No me interesa la escuela. Me interesaría mucho más si no fuera puertas adentro. Estar dentro solo parece agotar mi energía. Se ha vuelto peor los últimos años. Vuelvo a casa y me desplomo.

Eso preocupa a mis padres, pero los doctores dicen que es una combinación de hormonas y mi metabolismo, estaba habituada a estar afuera y activa, y ser una adolescente solo lo hacía peor. Me dieron algunas vitaminas, pero aún sigo necesitando una siesta la mayoría de los días.

Cuando la escuela finaliza, salgo afuera tan pronto como puedo. Hoy fui interceptada por la Sra. Morales, quien quería un relato de primera mano de mi encuentro con el puma. Cuando finalmente me escape, aviste a Nicole y a Daniel al otro lado del patio de recreo. El tenía a un chico de octavo grado inmovilizado sobre el césped con el brazo puesto detrás de su espalda.

"¡Bravucón!" le grite

Daniel me miro y sonrió. Luego dejo ir al chico, -Travis Carling-, y se puso en cuatro patas para que Travis pudiese tratar ese movimiento sobre él. Mientras Daniel le daba instrucciones, el hermano de Travis, Corey, hacia sugerencias que tenían a todos los que le oían muriéndose de la risa. Travis y Corey eran los hijos del Jefe Carling.

De pelo oscuro, por encima de los 1,80 m, grande y corpulento, Corey era el segundo mejor en Lucha y boxeo después de Daniel. También es el mejor compañero de Daniel. Solo podía imaginarme lo que él le estaba sugiriendo a Travis que hiciese con Daniel mientras le tenía inmovilizado. Estaba atrayendo a una multitud. Corey siempre lo hacía. Él era uno de esos chicos que puede hablar con todos, y hablar es su salida de los problemas, lo cual en el caso de Corey es una necesaria habilidad de supervivencia.

Si tuviese que escoger el chico más popular en nuestra escuela, sería un empate entre Daniel y Corey, Daniel es al que todos quieren en su equipo, el estable, líder responsable. Corey es el chico con el que todos quieren salir de fiesta.

Mientras me dirigía hacia ellos, sentí a alguien observándome. Rafe. Cuando mire por encima de mi hombro, se estaba paseando hacia mí, sonriendo como si hubiese sido la única a la que captaron mirándole.

Nicole le dijo algo a Corey, quien miro hacia mi dirección. Daniel estaba de pie ahora, viniendo a encontrarse conmigo. Se giró hacia Rafe, su mirada sobre mí, como si no hubiese visto a Rafe allí. Se detuvo justo enfrente de él, tan cerca que Rafe tuvo que detenerse rápido, Daniel pretendió no notarlo.

Mientras Rafe se detenía, Samantha, Sam, Russo apareció detrás de él y le pasó por delante, chocando su hombro con Rafe con una sonrisa, y luego cambió a una sonrisa sincera mientras le decía algo a Daniel. Sam es nuestra segunda nueva estudiante. Sus padres murieron hace tres años, y había venido a vivir con los Tillsons, quienes eran sus primos segundos o algo así. Si había algún parecido entre Sam y Nicole, sin embargo, no lo podía ver.

Sam es unos dos centímetros más alta que yo, un poco fornida, pelo oscuro y amplios ojos azules. Ella tiene pecas, también, y la única vez que la había visto usar maquillaje es cuando Corey se burló de que sus pecas se veían "lindas" y ella trató de ocultarlas.

Cuando ella llegó por primera vez a Salmon Creek, todos habíamos tratado de hacerla sentir bienvenida. Serena y yo nos esforzamos más que nadie, porque pensábamos que era genial, con una inteligente forma de hablar, de la gran ciudad. Pero Sam defendió su condición de forastera como un escudo, así que nos dimos por vencidas.

Aun me simpatizaba. Ella era diferente. Era interesante. Y nos llevábamos bien, aunque se volvió claro que “llevarnos bien” era lo mejor que podía esperar. La única persona en nuestra escuela que realmente le simpatizaba era Daniel. No era un enamoramiento, sin embargo. Ni siquiera parecía interesada en él como un chico, solo como un amigo potencial. Daniel era amable con ella, pero él ya tenía su cupo de amigas mujeres.

El estudiante al que ella tenía menos simpatía en estos días era Rafe. Él había hecho una especia de movimiento hacia ella, y no tengo idea que dijo o hizo ella, pero él la evitaba desde entonces.

"¿El chico de Texas haciendo otro intento contigo?" dijo Daniel mientras Rafe se alejaba y continuaba su camino.

"Se le pasará."

"¿Quieres que hable con él?"

Le dirigí una mirada. Si hay un problema con tener al chico más fuerte en la escuela como mi mejor amigo, este era ese. Daniel tenía una gran fibra sobreprotectora. Algunas veces, cuando un chico veraneante me está molestando, es genial tener a Daniel para que los contenga y se arregle con ellos. Pero ¿eso que dice de mí? Nada que quiera decir.

"¿Quieres que nos encarguemos del chico?" dijo Corey en voz de gangster mientras caminaba hacia Nicole. "Podríamos hacer eso. Hay miles de lugares para esconder un cuerpo por aquí. Cuevas profundas, barrancos profundos, lagos profundos…" Se detuvo de repente, luego me dio una palmada en los omoplatos. "Así que, ¿cómo va tu casi día de cumpleaños? ¿Preparándote para tu gran fiesta? Dulces dieciséis y nunca ha sido…"

Daniel le corto con una chisporroteante risa. "Créeme, Maya definitivamente ha sido besada."

Corey nos dio una traviesa y malvada sonrisa. "Oh, no iba a decir Besada."

Nicole se sonrojo furiosamente, y yo me reí.

Al otro lado del patio de recreos, Rafe había sido acorralado por Hayley Morris, otro miembro de nuestro equipo de natación y grupo de canto. Como Serena y Nicole, era pequeña y rubia, solíamos bromear que era un requisito para unirse. Hayley no era una amiga. Ella era, de todos modos, la admiradora número uno de Rafe. Era también la primera de sus conquistas que nunca se concretaron y la única que no había captado la pista cuando él se alejó.

Ella se plantó a si misma enfrente de él. Él se alejó un poco más amablemente de lo que habría esperado, solo desplazándose hasta que ella estuvo fuera de su espacio personal. Y ella se dirigió de nuevo hacia él. Él se movió hacia atrás de nuevo, Ella se movió hacia adelante. Era como una pequeña extraña danza, y la estaba mirando cuando Daniel dijo, "¿Maya?"

"¿Hmm?"

"¿Lista para ir?"

"Cuando tú quieras."

"¿Pueden darme un aventón al centro comunitario?" pregunto Nicole. "Quiero echar más practica de nado antes de que la Srta. Martin venga para mis lecciones de canto."

Corey frunció el entrecejo. "Eso es un montón de práctica, Nic. ¿Estas segura de que tendrás tiempo para hacer tu tarea?"

"Por supuesto. Hago la tarea justo después de…" Ella capto su expresión y se ruborizo mientras se daba cuenta que estaba bromeando con ella.

"Al menos ella hace su tarea," dije.

Daniel se giró hacia Nicole. "Claro, te daré un aventón. ¿Estas lista, Maya?"

"Parece que Maya no necesitara un aventón hoy." Dijo Corey.

Seguí su mirada para ver a mi padre caminado aprisa hacia mí, frunciendo el ceño de una manera que realmente no le quedaba en lo absoluto.

Daniel articulo un, "Llámame," y se dirigió hacia su camión, Nicole siguiéndole.

"Al auto," dijo Papá, apuntando hacia al Jeep en la curva. "Ahora."

"Que hice…"

"Dije ahora, Maya."

Se alejó, dejándome seguirle como si tuviese cinco años, todos los chicos que estaban en el parque de recreo se quedaron quietos mirando. Mama estaba en el asiento de pasajeros. Bajo la ventanilla, sonriéndome, luego vio mi expresión.

"¿Que esta mal?" ella pregunto.

"Ni idea," dije. "No quiere decírmelo."

Ella movió el asiento hacia adelante para que pudiera entrar en la parte de atrás. "Rick, ¿que …?"

Ella se rio, luego vi la sonrisa de Papá mientras se deslizaba en el asiento del conductor.

"Venganza por lo de esta mañana," dijo, "Tu me avergonzaste, yo te avergüenzo."

"Oh eso es tan maduro," respondí.

"Me mantiene joven."

"Así que, te tropezaste hoy con la Sra. Morris hoy? Escuche que el Sr Morris está afuera por una conferencia." Levante mi ceja hacia él en el espejo retrovisor.

"Suficiente ya, los dos," Mamá dijo.

"¿Porque vienen a buscarme?" dije. "Me extrañaron tanto que podían esperarme para llevarme a casa?"

"No contestes a eso, Rick." Mama se dio la vuelta para verme, mientras Papá se alejaba de la curva. "Necesitamos recoger algunas cosas en la ciudad, y pensamos que podríamos ir a cenar."

Por "ciudad," ella no se refería a Vancouver. Cuando les contaba a amigos online que vivía en la Isla de Vancouver, empezaban a preguntarme cosas acerca de la ciudad de Vancouver. Supongo que eso tiene sentido ya que esta en una isla con el mismo nombre.

No lo tiene. Esta después del estrecho, y mientras este está apenas a treinta y cinco kilómetros de distancia, el agua que separa los tramos significa que solo cruzamos para ocasiones especiales.

La ciudad a la que nos estábamos dirigiendo era Nanaimo, en la costa noreste. Con solo casi cien mil personas, esta era apenas un centro urbano, pero en una isla que llegaba a los 500 kilómetros de largo, con una población por debajo de un millón, y la mitad de ellos viviendo en Victoria en la parte sureste, tomas lo que tienes.

"Puedo escoger el restaurant, ¿verdad? Ya que el sábado es mi cumpleaños y aparentemente no vamos a ir a Vancouver para obtener mi tatuaje. No es que este amargada por eso o…" Me detuve al ver afuera a una cara familiar por la ventana. "Hey, allí esta esa excursionista de esta mañana. ¿Has conseguido lograr llegar a ella?"

"No, y realmente necesito que ella complete un reporte. Espera."

Papá se fue hacia la cruva mientras un grupo de chicos cruzaba. Bajo la ventanilla. "¿Adonde se fue?"

"Justo allí, detrás de Travis Carling."

Papá abrió la puerta y salió. Los chicos pasaban y nadie más estaba allí en la acera. Baje la ventanilla.

"Ella estaba justo allí." Indique. "En frente de la librería."

La librería era parte del centro comunitario, la cual tomaba lugar en la mayor parte de la manzana, lo que significaba que no había ninguna manera de que la mujer se pudiese haber escabullido por los alrededores. Papá camino un poco más y trato de abrir las puertas de la librería, pero estaban cerradas, estaba abierta solo 3 días a la semana.

"Creo que es hora para una prueba de drogas," dijo Papá mientras volvía de nuevo al auto.

"Hablo en serio. La vi."

"Maya tiene razón," dijo mamá. "La note a ella antes de que los chicos pasarán. No sé a dónde se fue, pero ella estaba allí."

"Ella no quería habladurías sobre el lindo gatito." Dije. "No te preocupes. Solo dale los papeles mientras este acorralada de nuevo por ciento setenta y cinco libras de un gatito enojado, y ella cambiará de opinión."

FIN DEL CAPITULO